
Por qué deberías cambiar tu sartén de teflón por una de hierro fundido
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Por qué deberías cambiar tu sartén de teflón por una de hierro fundido
Si estás pensando en renovar tu sartén, probablemente te hayas preguntado si vale la pena cambiar de una sartén de teflón a una de hierro fundido. A simple vista, el teflón puede parecer la opción más cómoda, pero cuando analizamos sus beneficios y desventajas frente al hierro fundido, nos damos cuenta de que hay una gran diferencia. A continuación, te explicamos por qué deberías hacer el cambio.
1. Durabilidad extrema
Las sartenes de hierro fundido son prácticamente indestructibles. Mientras que las sartenes de teflón tienen una vida útil limitada y su recubrimiento se desgasta con el uso, el hierro fundido mejora con el tiempo. Si se cuida adecuadamente, una sartén de hierro puede durar generaciones, lo que la convierte en una inversión inteligente.
2. No contiene químicos tóxicos
Las sartenes de teflón están recubiertas con politetrafluoroetileno (PTFE), un material que, cuando se calienta a temperaturas altas, puede liberar vapores tóxicos perjudiciales para la salud. Además, algunas versiones más antiguas contenían PFOA, una sustancia química dañina. El hierro fundido, por otro lado, es 100% natural y libre de químicos nocivos.
3. Antiadherencia natural con el uso
Uno de los mayores mitos sobre el hierro fundido es que los alimentos se pegan. Sin embargo, si la sartén se cura correctamente y se mantiene con un uso frecuente, desarrolla una capa antiadherente natural. A diferencia del teflón, que pierde sus propiedades antiadherentes con el tiempo, la de hierro fundido mejora con cada uso.
4. Versatilidad en la cocina
Las sartenes de teflón no pueden usarse en temperaturas extremas ni en hornos. En cambio, el hierro fundido es compatible con cualquier fuente de calor: gas, inducción, vitrocerámica, horno e incluso fuego directo. Puedes usarla para freír, sellar, hornear y cocinar todo tipo de recetas sin preocuparte por dañarla.
5. Retención y distribución del calor
El hierro fundido es insuperable en la retención y distribución uniforme del calor. A diferencia del teflón, que se calienta rápidamente pero de manera desigual, el hierro mantiene el calor por más tiempo y lo distribuye uniformemente, lo que mejora la cocción de los alimentos y realza sus sabores.
6. Aporta hierro a tu alimentación
Cocinar en una sartén de hierro fundido puede aumentar la ingesta de hierro, un mineral esencial para la salud. Este beneficio es especialmente útil para personas con deficiencia de hierro o anemia.
7. Fácil de restaurar
Si una sartén de teflón se raya o desgasta, no hay forma de restaurarla, y debes reemplazarla. En cambio, una sartén de hierro fundido puede recuperarse con un simple proceso de curado. Incluso si se oxida, basta con limpiarla y volver a sazonarla para dejarla como nueva.
8. Relación calidad-precio
Aunque inicialmente pueda parecer más costosa, una sartén de hierro fundido es una inversión a largo plazo. En lugar de reemplazar una sartén de teflón cada pocos años, puedes tener una sartén de hierro para toda la vida.
Cambiar de una sartén de teflón a una de hierro fundido es una decisión que trae beneficios en términos de salud, durabilidad y calidad de cocción. Aunque requiere un poco más de cuidado al principio, una vez que te acostumbras, te darás cuenta de que es la mejor elección para tu cocina. ¿Listo para hacer el cambio?